Mientras extiendo mis piernas sobre el escritorio, dándole una pitada a mi pipa de brezo, relajo mis cansados músculos y miro el paquete de Virginia que está sobre unos expedientes.
Luego del último y exhaustivo caso en el que me vi envuelto, he decidido tomarme un tiempo de merecido descanso.
Luego de estar cuarenta y dos minutos en esta especie de trance, extiendo mi brazo y agarro uno de las carpetas al azar, la abro y echo una ojeada a la primera hoja.
NOMBRES: Clarisse Gabrielle.
APELLIDOS: Marlinson.
EDAD: 36 años.
FECHA DE NAC.: 31/05/1974.
LUGAR DE NAC.: Atlanta, Georgia, USA.
ESTADO CIVIL: Divorciada.
OCUPACIÓN: Ex-Embajadora de los Estados Unidos, Ex-Directora de la New York University, actual asesora principal del Presidente de los Estados Unidos.
PARIENTES: Joseph H. Marlinson (padre, fallecido), Susan R. Becker (madre), Karl C. Brown (ex-esposo), Dinah Brown (hija).
Bla, bla, bla... esta mujer se presentó en mi despacho hace cuatro semanas, dos días y seis horas para contratar mis excelentes servicios como investigador privado. El caso fue muy sencillo: su entonces esposo Karl Brown estaba metido en asuntos ilegales con la mafia china. Comencé a seguirle la pista y en menos de dos horas ya tenía toda la información necesaria para incriminarlo.
La señora Marlinson no estaba al tanto de estos feos acontecimientos que ponían en peligro su estatus público, por lo que rápidamente le informé sobre ellos.
Lo único que me faltaban eran pruebas. Pues, claro, ir a la Corte y decir: "Mire, Señor Juez, Miembros del Jurado, yo sé que este individuo está cometiendo actos ilegales por la simple razón de que puedo leerle la mente". Te sacan a las patadas del tribunal y embarran tu figura pública con incriminaciones de demencia. Por lo tanto, me pasé dos semanas investigando al sujeto hasta que conseguí más de treinta fotografías, documentos y otras cosas más que lo iban a hundir hasta el fondo.
Muy desgraciadamente el señor Brown se enteró no sé cómo de que yo lo andaba siguiendo, y tomó medidas al respecto. Estuvo por matar a su esposa e hija si yo no hubiera aparecido a tiempo con dos pares de policías y lo hubiéramos detenido. Hace una semana se celebró el juicio, acusándolo de tráfico ilegal de armas y drogas, y violencia familiar. Tiene unos cómodos veinte años antes de poder salir bajo fianza.
Un caso entretenido. En estos momentos ya tengo en mi bolsillo un viaje en avión para LA, con el fin de visitar los Estudios Hollywood, un deseo de mi infancia.