Cuatro Años Despues...

Día 81:
-<Al fin, después de tantos días de trabajo terminamos muchachos>
Estoy sentado en mi escritorio del laboratorio, hace un rato terminé de escribir en el diario de investigación todos nuestros avances. Que son los siguientes:
1. Hemos descubierto después de 60 días de trabajo casi ininterrumpido el complejo funcionamiento de mi cerebro, y como es que puedo usar mis poderes.
2. Hemos también calculado mediante fórmulas de tipo complejo los alcances a futuro de mis habilidades.
3. Hemos formulado teorías sobre el funcionamiento de las otras habilidades que he conocido en mi pasaje por París y de los posibles poderes que podría desarrollar el cerebro humano.
4. También hemos obtenido excelentes resultados en el área genética, sobre el origen a nivel de ADN de estos poderes humanos.

Cuatro años… Cuatro años hace que pronuncie esas palabras, libere a los científicos a su locura y escribí ese ultimo ingreso en mi Diario de Investigación…
Cuatro años, de crecimiento, de aprendizaje, un largo camino de cambio que a llevado a… bueno... a mi.
Cuatro años saltando entre mente y mente, leyendo y aprendiendo lo que buscaba, lo que ansiaba conocer, bailando en teatros, cantando en operas, corriendo en autos, saltando en paracaídas... en las memorias de otras personas, viviendo vidas en minutos, arrancando recuerdos cual vil censurador de películas eróticas, destruyendo algunas psiquis en el apuro de conocer lo que contenian, arrancando mas que extrayendo cada recuerdo… y todo esto con mi cuerpo sano y salvo… Viviendo en la casa de una mujer que no pudo levantar su pie del acelerador frente a un semáforo en rojo, comiendo platos de un chef que cocino diligentemente durante días, permitiéndome probar las mas deliciosas recetas alrededor del mundo, ganándose una residencia de por vida en el hospital psiquiátrico Hotel Sanitarium, al insistir con aseverar que sus manos se movían solas y que no recordaba el como había llegado desnudo solo con su sombrero de cocinero a la puerta de su cocina, moviéndome en el aeroplano de un empresario que no pudo utilizar los músculos de su garganta mientras comía una maní, ni su mano mientras firmaba su testamento…
Aunque debo decir, que en estos cuatro años, el vivir en recuerdos… genera una extraña sensación… yo recuerdo que mi nombre es Leinad, pero no recuerdo quien es él, tantos nombres, tantos amores ajenos, tantos hijos que nunca amamante, tantos cielos estrellados que no eh admirado, y sin embargo… estuve ahí, los eh visto reflejar su luz en el cielo nocturno, eh sentido angustia al escucharlos llorar y eh sentido sus labios en los míos… Ya no importa quien era Leinad, solo importa quien, o quienes soy ahora… Cientos de vidas, miles de personalidades fluyendo y convergiendo en los recovecos de mi memoria, quien sabe cuantos años realmente recuerdo... eh vivido tanto de lo que un humano común y corriente puede vivir...
Tal vez… Sea tiempo de empezar a buscar lo que ningún hombre o mujer corrientes han experimentado…Viejos recuerdos vuelan por mi mente, de hombres hablando con animales, convirtiéndose en explosivos y volando… y nuevos recuerdos adquiridos al pasar, de individuos con miedos y poderes que no pueden llegar a comprender, afloran de las capas superiores de mi neocortex, como respondiendo a un llamado de locura de las miles de voces hambrientas en mi mente, hambrientas de experimentación, de conocimiento, de desafío hacia lo desconocido.
Si… Debo encontrarlos… verlos, sentirlos y vivir en esas memorias… y quizás… quizás así pueda vivir todo, saber todo…
Ser Todos...