Personalidad
[Descripción psicológica del personaje]
Familia
»Alice Jemeson de MaConn (madre)
»Bruce MaConn (padre, fallecido)
»James MaConn (hermano menor)
»Jesse Jemeson (tía materna)
Historia
En el año 2009, Martin viajó a Bariloche con dos de sus mejores amigos: Tom Tereson y Peter Johnson. Allí descubrió que era un evolucionado, que poseía un poder especial único: podía teletransportarse. Lamentablemente, esto ocurrió en un accidente de auto que se llevó la vida de Peter. Tras aquello, un viajero del futuro, Sean Black, le dijo que debía regresar a New York para encontrar al Clarividente. Martin y Tom llevaron a cabo el encargo, y allí no solamente conocieron a Adam Gother (el vidente), sino que también se encontraron con la versión de presente de Black, que iba acompañado por el novato Kyle Xyner.
Gother fue la clave para encontrar a Monder Garrick, conocido como El Emperador, pero no consiguieron atraparlo. Black dejó al Clarividente custodiado en el Pentágono mientras tomaba un vuelo a Paris, hogar del Emperador, que a su vez era la llave para dar con el temible Desconocido. Martin y Tom se colaron en el viaje y llegaron a escondidas al Palacio G. Una vez allí, Martin fue descubierto por los villanos, e instintivamente se teleportó a otro lugar e Paris, en donde se cruzó con Adrián Aataca y Matuhén Nge. Entre los tres descubrieron que tenían objetivos similares, por distintos motivos, y todo otro grupo de evolucionados se les sumó para atacar el Palacio G, en donde se encontraban el Emperador junto a sus secuaces, el Embajador, el Emisario y los gemelos húngaros. Martin rescató a Tom (a quien habían secuestrado), y salió de aquel sitio antes de que Aataca explotara y destruyera el complejo.
Lamentablemente, no todo fueron buenas noticias en su regreso a casa. Cuando Martin arribó a New York, descubrió que su padre había sido asesinado. Sin saber qué hacer al respecto, fue el misterioso profesor Matías Farías (a quien había conocido en el Centro Atómico Bariloche) quien le dijo que debía reunirse con Keizo Khato, el antiguo aprendiz de su padre. Así pues, Martin viajó a Japón y aceptó entrenarse en el uso de la katana, así como en el control de su poder y otros estilos de pelea para complementarlo. Sin embargo, no pudo acabar con su entrenamiento porque Khato fue asesinado. Tras aquello, MaConn viajó a Europa para encontrar al asesino, una búsqueda que lo llevó hasta Toledo, en donde vivía una antigua miembro de la secreta Sociedad de la Orden de Vetania a la que había pertenecido su padre. En la ciudad española se cruzó otra vez con Adrián Aataca, y descubrió que la anciana (Victoria Gualladrem) era la abuela del argentino. Juntos decidieron volver a unir fuerzas para desenmascararla.
En el camino conocieron al anulador de poderes, Scott Collins, y al agente Roland Rogers, pero eventualmente se separaron. Una vez que Martin tuvo sus respuestas, se juntó con Collins para completar su misión. Victoria le reveló que el ruso Ivok Hoofek (también miembro de la Orden) había sido el responsable por la muerte de su padre, por lo que decidió viajar a Moscú para hacerlo pagar. En el camino se les unieron los primos de Kollins, que también poseían poderes. Todos juntos atacaron la mansión de Hoofek, pero nada lo había preparado para lo que terminó encontrando: su amigo Peter Johnson estaba vivo. También tenía poderes, pero había perdido la memoria y ahora quería matarlo porque lo consideraba un enemigo mortal. Martin se vio obligado a pelear contra él, y estuvo a punto de vencerlo si no hubiera aparecido el Ruso. En el fragor de la batalla, Peter le dejó cuatro cicatrices en la cara usando sus dedos como cuchillas metálicas, y luego Hoofek le congeló la mano izquierda, partiéndosela. Sin embargo, la oportuna intervención de Collins y sus primos evitó que lo asesinaran. Para poder escapar, el Ruso detonó la bomba que había colocado en el collar de Bruce MaConn, y que éste había heredado a su hijo. Pero, para horror de Martin, recordó que le había dado dicho collar a su novia Clare, quien se encontraba en esos momentos en New York. Sin darse cuenta, se teletransportó de regreso a su casa y descubrió que una parte había volado en pedazos, junto a su pareja.
Tras un nuevo funeral, Martin dejó los restos de su katana en su hogar, y decidió alejarse de sus seres queridos para no seguir poniéndolos en peligro. Así fue como inició su viaje por el mundo. En primer lugar regresó a Japón para que le pusieran una prótesis metálica en la mano izquierda; dicha prótesis podía mantener los dedos extendidos o cerrarlos en un puño. Luego comenzó su búsqueda para encontrar al Ruso y a Peter Johnson, para hacer pagar a uno y salvar al otro. Durante estos cuatro años, Martin aprendió a usar diversas armas de fuego y a combatir cuerpo a cuerpo, potenciándose con su teleportación. Encontró al Ruso hace once meses en una base del Himalaya y, tras el enfrentamiento definitivo, terminó asesinándolo. También tuvo varios encuentros con Johnson, pero no consiguió hacerlo cambiar de parecer, por lo que terminó rindiéndose. En este último tiempo, Martin descubrió más secretos sobre la Orden de Vetania, y, buscando a Desconocido y sus secuaces, dio con los Laboratorios Burd West de Matías Farías. Ubicados en la Cordillera de los Andes, entre Rio Negro y Chubut, su tarea es encerrar a los Evolucionados mas peligrosos. Farías y sus Rastreadores (evolucionados que trabajan para él) habían capturado al Emisario, pero Martin no pudo llegar hasta él para interrogarlo. MaConn sabía que Desconocido y sus hombres (estuvieran donde estuvieran) tenían pensado formar un ejército de metahumanos para gobernar el mundo, por lo que era más prudente atacarlos primero.
Claro que, para poder hacer eso, iba a necesitar toda la ayuda posible.
Poder
»Teletransportación
Otros datos
»Está entrenado en el uso de katanas, y diversas armas de fuego. Con la experiencia de varios años se convirtió en un buen combatiente cuerpo a cuerpo.
»Tiene una cicatriz en la cara: cuatro estrías paralelas desde el ojo hasta la mandíbula. También perdió la mano izquierda, por lo que usa una prótesis de metal.