Hospital Belgrano

La sirena sonaba en la ambulancia. Carlitos Bottcher manejaba como los dioses, pero en vez de correr carreras o algo por el estilo, le gustaba ayudar a la gente.
-¡Apura de una vez!-le grito.
-¡Calmate que el transito esta re jodido!-me responde, tambien gritando.
Este trabajo nos pone nerviosos a todos, ya que cuando una vida esta en juego, no podemos tomarnos las cosas tranquilas.
Atravesamos la calle Urquiza, y llegamos a nuestro lugar de trabajo. Es uno de los hospitales mas concurridos de la zona, y es una de las zonas con mas accidentes. Bajamos la camilla con Daniel Ortega (otro amigo enfermero), y nos dirijimos corriendo adentro. Se nos acercan un doctor y la enfermera Amanda Cisneros, gran amiga de todos.
-¿Que le paso?-pregunta el medico, que creo que se llama Luis algo.
-Choco contra un camion. Salio volando por el parabrisas.
Se nos acercan tres enfermeras mas, y otro medico. Como si hubiese mucho personal en el hospital para que todos esten aqui.
-Lo vamos a llevar a terapia intensiva, ustedes vuelvan a la guardia.
Yo pertenezco a la guardia del tercer piso, y el equipo lo formamos Carlitos, Daniel, Amanda y yo. Carlitos es el conductor de la ambulancia designada a nuestro sector; Daniel es camillero y enfermero (es mas camillero); Amanda es la enfermera, y colabora con los doctores del piso; y yo ayudo de camillero, pero soy enfermero. O sea, salgo con la ambulancia, y luego ayudo a los medicos con Amanda.
-Ray, Paco nos llamo.-me dice Amanda.
-Bueno, ya voy.
Paco es otro de los medicos del piso.

Otro dia de trabajo. La mañana no es tan movida como la tarde y la noche, pero aun asi hay trabajo.
-¿Ya estan los mates?
-¿Mates?
-Uhh... ¿es que siempre lo tengo que hacer yo?
Estabamos en la Guardia con Amanda y Daniel, antes de que llegara Carlitos.
-Mas vale que no te pongas a hacerlo.- dice Paco, entrando de repente.
-¿Y ahora?-pregunta Daniel.
-Y ahora se esta incendiando un edificio en Urquiza.
-¿A estas horas?
-No sabia que los incendios tenian horarios.
Todos lanzan una carcajada, incluido yo.
-Bueno, no es momento de risas. Carlitos, al volante. Ray y Amanda van a acompañar al doctor Horne.
-¿A Luis?
-Si, a Luis.
-¿Y yo?
-Vos te quedas a ayudarme a mi.
Bien, a laburar.

Off: sigo en "Un tipo muy particular".

Off: Viene de "Un tipo muy particular".

Llegamos con la ambulancia al hospital. Carlitos y yo bajamos la camilla donde está acostado el hombre que recibió el balazo, un tal Azul. Amanda lleva a la niña con Luis en otra camilla. Una mujer (mas bien una chica) dijo ser la novia del baleado, y lo queria seguir a toda costa. La operacion duro una hora, y el tipo quedo con una fea cicatriz. Lo dejamos a solas con su novia, dormido. La nena esta bastante bien, aunque haya aspirado tanto humo.
El trabajo termino, y nos quedamos en la guardia con Amanda y Carlitos.
-¿Estas bien? -me pregunta Amanda-. No dijiste nada desde que llegamos.
-Si, estoy bien.
En realidad no estoy para nada bien. Me siento totalmente traumatizado. Eran cinco... Cinco tipos iguales... Iguales a mi... Me voy a volver loco. Pero no, es verdad. Son reales. Es horrible.
-Bueno, no quiero importunar mas. Los dejo solos.-dice Carlitos.
Se levanta y se va.
-¿Eh?
Amanda esta del otro lado de la mesa, leyendo una revista. La conozco demasiado bien como para saber que esta fingiendo. Dobla las hojas demasiado rapido, y al hacerlo me mira fijamente.
Un portazo rompe el silencio. Entra Paco, bastante asustado.
-Vengan a ver esto.
Sale corriendo. Nosotros nos levantamos y vamos tras el. Llegamos a la habitacion de Azul. Entramos y nos quedamos sorprendidos al verlo. La herida esta totalmente curada.

Cuando abrí los ojos había cerca de diez médicos observándome con incredulidad. Me hicieron unas cuantas preguntas que para mí, en ese entonces carecían de sentido. Cuando se retiraron, Alba se acercó a mí, tenía los ojos enrojecidos, remarcadas ojeras y la cara un tanto demacrada.
-¿Así que vino Cande?
-No.
-Pero... entonces ¿Qué pasó?
-Es que... estaba muy preocupada... -decía entre sollozos- no sabía si iba a poder volver a hablar con vos... estabas tendido en esa cama, y yo sólo te veía, tenía que hacer algo...
-Pero... ¿Qué hiciste?
-Te inyecté con mi sangre...

No, no, no. Esto esta mal. Debo despertar. Estoy soñando en un asilo o algo por el estilo. El tipo... el tipo se curo. No hay rastros del disparo... Eran cinco... Y me hablaban... Lanzaba llamas de las manos... Y eran iguales a mi... ¡Estoy loco! Necesito ayuda. Ese tipo sabe algo.
Me acerco a la habitacion. El hombre se esta terminando de vestir.
-Oye... eh... Perdon por entrar asi, pero necesito que me expliques esto. ¿Como diablos te curaste?

¿Qué cómo diablos me curé?
¿Qué podía decirle? No había pensado en explicaciones, iba a tener que improvisar...
-¿Curarme de qué?
-¡¡No jodas!!, estabas tirado en esa camilla desangrándote a causa de un arma de fuego!!!
-Te debés estar confundiendo, yo vine acá por un sobrehueso en la rodilla, el cual, al empezar la operación, se descubrió que era falso...
La cara de estupefacción del doc fue divertida, pero tuve que evitar reírme...
-Así que como todo está bien, me voy.
Y salí de la habitación dejándolo con más dudas de con las que entró...

Mierda, ¿que diablos esta pasando aqui?
Salgo de la habitacion y alcanzo al hombre.
-Mira, te vi la herida en el pecho, y era lo bastante profunda como para cicatrizar en tres meses.
Me quedo en silencio. Necesito una respuesta y rapido.
-Lo siento... Olvidalo ¿quieres? Debo de haber dormido mal.
Me alejo rapidamente del pasillo. Voy a la guardia, tomo mi chaleco y voy a la salida. Corro por la vereda, cruzo una calle, dos, tres y me detengo en un plaza.
¿Que diablos me sucede?
-Si quieres te lo puedo explicar.

HOSPITAL BELGRANO


Salgo por la puerta que da a las escaleras a un pasillo muy largo, a algunos metros veo a Angel y detrás de el un joven que me pareció conocido de algún lado, el joven iba corriendo de espaldas hacia la dirección opuesta que Angel...
-Hey!, Azul!
-Matt, como estas?
-Bien! - le dije dandole un abrazo - como estas de la herida?
-Bien - dijo levantandose la remera, en el estomago no tenía ni una marca - Alba.....me inyectó su sangre....
-Qué?..., que extraño, en fin, estas bien?
-De diez!
-Escucha, vengo a despedirme, no tengo mucho tiempo, me voy a China en la mañana...
-Qué!!!?
-Asi es, Cande consiguió un trabajo para ella y para mi en el National Geographic, vamos a hacer un documental.....
-Estee...Buenisimo..
-Bueno che, disculpa, pero me tengo que ir a preparar las cosas, cuando vuelva tenemos que hablar de lo ocurrido en ese edificio, por favor cuidate.....nos vemos...

PLAZA BELGRANO


Uno de los... dobles estaba sentado junto a mi.
-¿Quien... quien eres?
-Mira Ray, tu tienes un poder, un don. Has evolucionado antes que estas personas.
Al decir esto, señala a las personas que hay en la plaza.
-¿Un poder? Pero... ¿no estoy loco?
-No, no estas loco. ¿Recuerdas esos viejos comics de X-Men que tienes en el altillo de la casa de tus padres? ¿Recuerdas ese personaje, Jamie Madrox? ¿Recuerdas lo mucho que te gustaba?
-¿Que insinuas?
-Tu tienes su mismo poder. Yo, nosotros, salimos de ti. Somos como ti, aunque tomamos partes de tu personalidad, lo que nos vuelve diferentes entre nosotros.
Esto es demasiado raro. Pero al menos real. Miro a las personas que pasan a nuestro lado. No parecen estar viendo que hablo solo, asi que ¡no hablo solo! Deben de creer que es mi hermano gemelo identico.
-Muy bien, ya entendi. En determinados momentos salen dobles de mi cuerpo.
-Asi es.
-¿Y ustedes tienen autonomia o me tienen que obedecer a mi?
Se queda pensando.
-No. Solo tendremos que obedecerte cuando hayas alcanzado un nivel mas alto de control sobre tu poder. Igual, al ser partes de ti, pensamos de modo muy similar.
Se me ocurre una pregunta importante, que espero pueda responderme.
-¿Hay mas como yo?
-Seguramente. Y si quieres que te de una pista, piensa en Azul.
-¡Claro! ¿De que otra forma pudo curarse si no es teniendo un poder?
Esto me esta gustando.
-Debo ser el unico capaz de hablar con su poder, ¿no?
-Si, debes ser el unico.
Debo contarle a Amanda todo esto.
-No pienses decirle una palabra, ¿entendiste?
¿Como supo lo que estaba pensando?
-¿Como...?
-Se te nota en la cara. Te dire lo que tienes que hacer: vuelve al hospital, y finge como si todo anda bien. Luego, ve a casa y seguiremos la charla ahi.
-Gracias. Fue un gusto conocerte.
-Estare cerca por si me necesitas.
Me guiña un ojo. Cierro los ojos, y siento como si una fuerza invisible viniera hacia mi. Abro los ojos y no esta mas. Corro al hospital, contento de entender lo que esta pasando. Ahora mi vision del mundo cambio radicalmente. Ya nada va a ser igual.

CALLE VICENTE LÓPEZ


Alba estaba trabajando, así que yo, una vez que me autodí el alta, fui a hacer algo que tenía pendiente desde hace tiempo... comprar mis merecidas cartas nuevas, porque las viejas ya estaban demasiado gastadas. Me habían invitado a una fiesta de gente importante para hacer magia frente a un montón de tipos ricos, pero que clase de mago va a una fiesta de millonarios con una baraja gastada. Tenía que prepararme, mi herida estaba totalmente sanada, por lo que o iba a tener problemas para hacer mis trucos. Sabía que mazo quería, uno que prometí comprarme cuando empecé a hacer magia, hace ya unos años...
Iba caminando por la calle Vicente López cuando sentí en la nuca esa sensación de que alguien te mira, pero cuando me di vuelta no había nada.
Que extraño.
Seguí caminando hasta que encontré el local de magia. Después de unos minutos, salí con la cara iluminada, y es que tenía mis cartas.

Pero la felicidad no dura tanto. A los pocos minutos de estar caminando nuevamente por la calle, escuché algo que no me gustó para nada. Entre el tumulto de personas y vehículos, una camioneta negra había frenado bruscamente y dos tipos, que me resultaron conocidos, cabe decir, bajaron y desenfundaron sus armas... es decir, uno sólo, porque el otro no las necesita...

HOSPITAL BELGRANO


Entro a la guardia. Miro a ambos lados, y noto que esta vacia. Voy a mi locker y hago aparecer a un doble.
-¿Ahora que necesitas?
-¿Eres el mismo que me hablo en el parque? -pregunto extrañado.
-Asi es.
-Bueno... este... A, si, ¿podrias ir a ver si Angel sigue en el hospital?
-No se si es buena idea.
-¿Confias en mi?
Me mira preocupado.
-Si... claro que si, pero creo que...
-Solo ve a fijarte eso. Despues te absorvo si quieres.
Me vuelve a mirar desconfiado, y sale con el uniforme de enfermero. Yo, por mi parte, me cambio y me escondo. Espero que no le pase nada. Pasan los minutos... Diez, quince, veinte, y cuando estaba por levantarme oigo un disparo. Me quedo helado. ¿Que esta pasando? Otro doble sale de mi y me dice con voz rapida:
-Vamos, Ray, creo que hay que salir.
Me toma de los brazos y me lleva a los depositos del hospital. De ahi salimos por la puerta trasera.
-¿Adonde vamos?
-No se bien que fue eso, pero hay que irnos.
Llama un taxi y me hace subir.
-Jo, jo, jo. Son identicos, hasta llevan la misma ropa.
-Solo llevenos a Liniers, por favor.

DEPARTAMENTO -- CALLE VICENTE LÓPEZ


Llegue a mi departamento en el centro. Me bañe, me acoste y busque el celular a ver si me habia llegado algo. Lo hice en todos lados, pero no lo encuentre. Mierda! Se me debe haber caido cuando salte por la ventana.
Prendi la computadora, el jefe solia mandarme las cosas por mail. No habia ninguno de el.
Pasaron dos dias sin nuevas noticias pero el tercero me llego uno.
Este decia:
'Muy bien, no completaste la mision y tu compañero murio. Ahora te asignare uno nuevo, con el que realizaras una nueva mision. Ven a la esquina de Sarmiento y Nevada a las 14:30. Alli te pasara una buscar una camioneta negra y se te daran nuevos datos.
P.D.: Trata de no matar a tu nuevo compañero.'

Otra mision con un compañero nuevo, el del otro dia era un novato, no sabia hacer bien nada. Espero que este sea mas experimentado o va a echar a perder todo.
Sali, revise si tenia el encendedor y me tome un taxi al lugar de encuentro . Estuve media hora esperando a la camioneta hasta que al fin llego. Me subi y empezo a andar, estaba mi nuevo compañero con el subjefe.
Me dieron las instrucciones y paramos. Se abrieron las puertas, ambos bajamos y el saco su revolver, pero yo abri el encendedor.

DEPARTAMENTO EN LINIERS

Entramos a mi departamento, y mi doble comienza a cerrar todas las percianas mientras yo lo miro sin entender.
-¿Se puede saber que estas haciendo? ¿Y que demonios fue ese disparo?
-Creo que mataron al doble que mandaste para buscar a Angel.-dice mientras termina de cerrar la ultima perciana. Se vuelve y me mira.
-Entonces... ¿no deberia traerlo de nuevo a mi cuerpo?
-No, creo que no seria prudente. Imaginate un momento la situacion: muchos empleados del hospital (entre ellos amigos tuyos) te vieron morir ahi. Si lo traes de vuelta a tu cuerpo, veran como desaparece tu cadaver.
-Muy inteligente -dice alguien detras nuestro.
Me giro sobre mis talones y veo a un hombre bajito y gordito con traje y corbata. Detras suyo hay otros hombres, pero estos vestidos con trajes militares de color gris.
-¿Quien sos vos? -le pregunto asustado.
-Me llamo Matias Farias, y se que tienes un poder. Bueno, la verdad es que no nos has dado muchos problemas.
-¿Que necesita?
-Tu ayuda. Voy tras unos tipos peligrosos, que son iguales a vos. Te encontraste a uno en ese edificio en llamas.
Ese hombre... El que manejaba el fuego... ¿Iba tras ese?
-¿El hombre del fuego?
-Si... Yo lo llamaria "Pirokinetico".
-¿Y para que lo quiere atrapar?
-Creo que los tipos con habilidades, y que ademas son peligrosos, deberian estar encerrados. Con eso bastara.
Me quedo en silencio. No entiendo nada.
-Entonces... ¿Puedo contar contigo?

CALLE VICENTE LÓPEZ


Me tomaron por sorpresa, y la calle estaba llena de gente, no podía hacer nada sin quedar expuesto... al menos... me subí la capucha intentando disimular mi apariencia y no ser captado por las cámaras de los que allí se encuentren cuando se arme la pelea...
Unas cuantas caras miraron asustadas al hombre del revólver, pero para ellos el del encendedor no era ninguna amenaza, pero es que en realidad nadie sabía lo que ese tipo era, era uno de los más peligrosos que había visto, no sabía como enfrentarlo con mis habilidades. Podía esquivar balas, pero no fuego. El criminal me miró directo a los ojos, sabiendo que yo no iba a poder escapar a la pelea, intenté caminar hacia atrás disimuladamente y mezclarme con la otra gente, pero el de la pistola tomó a una niña del brazo y apretó el caño del revolver contra su sien...
-Ahora me vas a escuchar muy atentamente y nos vamos a dejar de giladas!!!

DEPARTAMENTO EN LINIERS


-Entonces... ¿por que no me encierra a mi?
-Porque como ya te dije, solo encierro a los peligrosos. Vos, ademas de no ser peligroso, tenes un poder muy util. Necesito atrapar al Pirokinetico.
Esto era extraño, pero sentia que el hombre tenia razon. Despues de ver las quemaduras que le produjo a esa pobre niña... Si, hay que atraparlo.
-Muy bien, puede contar conmigo en esta.
-¿Y con tus dobles?
Giro la cabeza y veo al que podria pasarse por mi hermano gemelo.
-Si, ¿por que no?
-Excelente. Ahora...
Saca seis pistolas y varios cartuchos.
-¿No esperara que lo mate, no?
-No, claro que no. No creo que sepas disparar una pistola. Pero si la necesitas...
Me las entrega.
-Una para cada doble, ¿no te parece?
-Bien.
Tomo una y se la doy al doble que tengo junto a mi. Se la guarda en un bolsillo que hay en el lado interior de la chaqueta, con los cartuchos. Me guardo una para mi, y veo las otras cuatro.
-¿Donde se supone que debo guardar esas?
-Mmm... Bueno, por el momento las llevaremos nosotros.
Salimos del departamento y nos dirijimos a unos autos blancos, con vidrios polarizados. Nos subimos y tomamos rumbo a...
-¿A donde vamos?
-A la calle Vicente López.

El tipo apuntaba a la cabeza de la pequeña. Sus pequeños ojos denotaban miedo, no podía dejar que ese criminal le hiciese algo a una inocente por mi culpa...
-Calmémonos, hablemos como personas normales.
-¡¡¡¡¡Es que no sos una persona normal!!!!!
-¿Va a decir eso el que tiene un arma apuntándole a una nena?
Pude notar una mirada de bronca por parte de manitos de fuego hacia el de la pistola, era obvio que ese comentario no le había gustado en lo más mínimo...
-¿Querés explicar que significa que no somos personas normales?
-¡Es que son unos monstruos, vos y todos los que hacen cosas raras! Son todos unas bestias desagradables. Por eso te vinimos a buscar.
La gente de alrededor empezaba a tener miedo hacia mí, pero podía ver que estaba logrando el efecto deseado.
-¿Tenés algo contra los que podemos hacer cosas especiales como yo? -Pregunté haciendo de cuentas que iba a atacarlo...
-¡¡¡Freak de mierda!!! -Levantó el arma y me apuntó a la cabeza...
Pero en seguida noté que había logrado lo que quería. Manitos de fuego se había volteado hacia el criminal, y levantó una mano hacia él.
-¿Qué dijiste sobre los que hacemos cosas?
Su mano se encendió fuego mientras la niña empezaba a llorar a todo pulmón...

Llegamos a una velocidad asombrosa. Estacionan la camioneta a un cuadra y me obligan a bajar.
-Los criminales estan alla -dice Farias señalando la otra cuadra.
Veo a tres tipos y una niña. A uno de ellos les brilla la mano como si fuera... ¡fuego! Es el tipo del edificio. Me doy vuelta y veo a un soldado con las pistolas.
-Duplicate, Campos.
Me concentro y de mi salen tres dobles, obviando al que mataron en el hospital. Toman la armas con curiosidad y me miran.
-Vamos chicos, atrapemoslos.
-Espera.
Miro a Farias, que esta hablando con su segundo.
-¿Los atrapamos a los tres o solo al que... "lanza" fuego?
Me mira y prende un cigarrillo.
-A los tres.
Miro nuevamente la calle y luego a mis dobles.
-Ustedes tres, separense y cubran la calle. Vos, seguime a mi.
-Como digas, jefe.
Avanzo con la pistola apuntando el suelo y me detengo a seis pasos del objetivo. Los apunto al ver que mi doble hace los mismo y les digo:
-¡Pongan las manos contra la pared y no hagan ningun movimiento sospechoso! -digo al tipico estilo de las peliculas.
Mis tres dobles estan en la calle de enfrente, tambien apuntando.

La situación cada vez empeoraba, el de fuego amenazaba a su compañero y a la niña, tres tipos iguales al médico del hospital nos rodeaban con armas, los ojos de mil espectadores que era potenciales víctimas para la masacre que podía comenzar de un momento a otro...
Hacer algo era peligroso, cualquier intento de salir provechoso podía causar la muerte de la pequeña. Miré al doctor, nuestros ojos se encontraron. Con una mirada cómplice e indiqué que estábamos del mismo lado...

El hombre del arma apuntó directamente a uno de los docs que había detrás suyo. El doc saltó hacia un costado zafando por un pelo del balazo. El tipo de fuego me miró a mí. En seguida supe que hacer. Salté hacia atrás, donde había una pared, a la vez que el estiraba la mano que no apuntaba a la niña, dirigiéndola hacia mí. Entonces todo pasó muy rápido. Reboté en la pared y salté hacia arriba, a la vez que el sujeto disparaba contra mí todo el fuego que podía, mientras que con la otra mano lanzaba fuego hacia la niña. Yo caí cerca de la niña, golpeando al sujeto del arma en la espalda. Parte de las llamas chamuscaron mi hombro. Y encima de todo esto...
-Ahhhhh!!!!!!
Uno de los tantos docs había disparado en la espalda al "hombre brasas", quien estaba tendido en el suelo, con la mirada perdida en el espacio, desangrándose al ritmo de su entrecortada respiración...

Todo sucedio demasiado rapido. Mientras veia a los miembros del equipo medico ocuparse del Hombre Fuego (o Fire-Man), otros se encargaban de llevarse al del arma. Mire a Azul y a mis otros cuatro dobles. De pronto, una voz detras mio dice:
-Haz que tus dobles desaparzcan. Ahora.
Me concentro... y ya no estan. Farias se acerca a Azul y le dice tranquilamente.
-Asi que tu eres Azul Arcángel Arki, ¿eh? La triple A. Ven aqui.
El otro me mira con duda. Yo asiento la cabeza, indicando que todo esta bien.
-Mira, Arcángel, tu eres uno de los tipos con habilidades, y eres uno de los buenos. Tienes lo necesario para entrar en mi equipo. ¿Que me dices?
-No entiendo... ¿Que es lo que necesita de mi?
-Estoy formando un escuadron para... capturar a estos tipos, los paranormales.
-¿Entonces por que no me agarran a mi? ¿O al doctor?
-No soy doctor, soy enfermero.
-Entendiste mal. Solo quiero meter en una jaula a los mas peligrosos. A los "malos", ¿entiendes? Pero necesito de su ayuda.
-¿Su ayuda?
-¿Tu novia, Alba Selena? Tambien es especial. Ella podria ayudarnos.
Se queda pensando. Yo, mientras tanto, miro a ambos lados de la calle y noto que el escuadron de Farias esta cortando todo. Miro las camionetas y me fijo en algo que no habia visto: cada una llevaba la inscripcion "BORA". ¿En que mierda me meti?
-Dejeme pensarlo. Ire con ella y lo hablaremos. ¿Como lo contacto?
-Toma mi tarjeta. Pasadas las 24 horas ire a buscarte y ahi me dices. Si quieres hablar antes, mejor. Nos veremos, entonces. Vamos, Ray.
Me toma del hombro y nos dirigimos a la camioneta.
-Farias, ¿trabajas para el gobierno?
-No, claro que no. Soy uno de los tres directores de los Laboratorios Burd West.
-¿Burd West? Nunca oi hablar de ellos.
-Porque se supone que es secreto. Ahora entra a la camioneta.
-¿Adonde ire?
-Un avion privado te llevara a las instalaciones. Nos veremos alli dentro de dos dias.
La camioneta arranca. Estoy solo en la parte de atras. Bueno, sacare a uno para charlar. Me concentro y... nada. ¿Y ahora que sucede? Vuelvo a intentar y nada. ¿Le estara pasando algo a mi poder?
Cuarenta minutos despues nos acercamos a Ezeiza. Afuera esta atardeciendo. Ultima oportunidad. Me concentro y... ahora si sale uno.
-¿Por que me sacas?
-¿Por que no apareciste antes?
-¿Que dijiste?
Me quedo meditando el asunto un minuto y luego respondo.
-Nada. Dentro de poco llegaremos.
Despues de ese incidente, me hicieron bajar y sin miramientos me subieron a un pequeño avion.


Off: Sigue en "La agencia secreta", en Laboratorios Burd West.

-¿Qué se supone que hagamos?
Estábamos caminando por una plaza, pateando unas cuantas hojas secas, tomados de la mano. Ya la había puesto al tanto de la propuesta de Farías. La notaba un poco preocupada, sabía que era debido a que Mateo y Cande estaban de viaje. Cuando sucedían grandes cosas con nuestros poderes solíamos estar los cuatro juntos.
Alba apretó fuertemente el colgante de plata que llevaba. Sus ojos de verde fulgor se inundaron de lágrimas, que resbalaban por sus mejillas y se dejaban caer sobre su pecho, humedeciendo las piedras brillantes de la M que sostenía la cadena.
Le solté la mano para poder sujetar sus hombros, y así mirarla a los ojos. Me mordí el labio para no sucumbir yo. La abracé lo más dulcemente que pude y le dije suave al oído:
-Está todo bien. Esto puede ayudarnos a ayudar. Hay gente que necesita que los ayudemos a controlar su poder. Quizás, uniéndonos a este grupo, podamos ser útil, y usar este don que se nos dio para el bien.
Eso la tranquilizó. Me abrazó y cerró sus ojos. Apoyé mi mentón en su pelo y miré el atardecer. Pensar que lo único que había querido era comprar unas cartas...

Fuimos a pasar la noche a un hotel dado que el departamento no estaba en condiciones habitables. Mientras Alba se tomaba una ducha, yo miraba por la ventana el sin fin de autos yendo y viniendo. Como el primer año que había ido a vivir a Buenos Aires. Tan lleno de miedos, de dudas. Mirando por la ventana, imaginándome cuántos de los que conducían aquellos vehículos serían como yo. Cuántos de los que viajaban de acompañantes sabrían de esa habilidad. Cuántos de los peatones la envidiarían. Cuántas de las personas de la ciudad sabrían lo que pasaba en el mundo, y cuántas de ella querrían sacarle provecho, tanto para bien, como para mal. Miré la triste foto apoyada sobre el marco, donde cinco personas estaban abrazadas en el bosque, los recuerdos de mi juventud me invadieron, y entonces una cálida mano se apoyó sobre mi hombro, dejando a un lado mi agotada camisa. Sus suaves labios empezaron a recorrer mi cuello. Me di vuelta y la besé, dejando caer el toallón que la cubría. Me recosté sobre la cama, y ella se acomodó sobre mí, son una pierna a cada lado, cuando de golpe llamaron a la puerta.
-¡¡La puta madre!!
Alba se acostó a mi lado y se cubrió con las sábanas.
Yo me levanté, me abroché la camisa y abrí la puerta, pero sólo en una pequeña parte.
-Perdón que te moleste ahora, pero es urgente. -Dijo Farías. Miré hacia Alba y moví los labios como diciendo "ya vuelvo", ella asintió con la cabeza.
-Perdón, pero ¿No se suponía que venías mañana?
-No quería interrumpir nada, pero tenía que buscarte, necesito tu respuesta de inmediato, surjió algo, viajo esta misma noche y tengo que saber si van a venir o no.
-Dalo por hecho.
-Bueno, vamos entonces, el avión sale en 30 minutos.
-Necesitaríamos agarrar algunas cosas, por ejemplo ropa... -Dije pensando en lo humillada que debía sentirse Alba.
-Bueno, adelante, espero abajo.
Entré a la habitación y cerré la puerta, Alba estaba vistiéndose. Buscamos todos los bolsos y ella metió la foto en su cartera. Miré hacia la cama deshecha... Ya va a haber tiempo cuando lleguemos allá... ¡¡Qué ingenuo era!!