¿Estás a salvo? Piensa otra vez

Agosto de 2013 - Laboratorios Burd West, Cordillera de los Andes, Patagonia

El humo escapó por sus fosas nasales como si se tratara de un toro. Mantenía en equilibrio el cigarrillo entre sus labios, pero su atención estaba puesta en el televisor que colgaba arriba en la pared. Ray Campos estaba vestido con la clásica indumentaria gris que llevaban los Rastreadores de Burd West; algunos aspectos de la misma la asemejaban a un traje militar. Pero eso era lo que eran, al fin y al cabo, ¿no? Soldados. Aún no terminaba de creerse cómo había cambiado su vida en unos pocos años, pasar de salvar personas a encerrarlas. Da igual, lo mejor era no pensar, no racionalizar esas cosas.

―¿Cuánto le falta para encontrarnos? ―preguntó Ray, sin apartar su mirada de las noticias. El presidente de los Estados Unidos, Harry Fox, saludaba a la muchedumbre mientras descendía de su precioso Air Force One.

―No sé. ¿Aún no puede usar la máquina? ―respondió Félix, su compañero y creador de portales. La persona que los llevaba de un lado a otro del planeta, básicamente.

―No ―dijo escuetamente Aimar, otro de los Rastreadores, que podía ver el pasado y el futuro de los objetos al tocarlos.

―¿Y qué hay de nuestra máquina? ―inquirió el "conductor designado", mientras hacía girar la pistola en su dedo índice.

―Más enferma que ayer ―murmuró Ray, apagando el cigarrillo en la mesada de la cocina.― Si perdemos a Biancot, ¿qué creen que va a pasar? Farías no tiene otro buscador escondido en el armario, vamos a perder nuestra principal ventaja, y ahí los vamos a tener a todos detrás nuestro, uno por uno. Primero Fox, después otro intento de MaConn para entrar, y eso sin olvidarnos de Añep, que seguro va a querer tomarse algunas venganzas después de tocarle los huevos durante cuatro años.

―No seas tan dramático ―contestó Félix, restándole importancia.― Tenemos a los tipos más peligrosos del planeta en estas instalaciones, más les vale que no nos jodan y que empiecen a agradecer un poco.

"Los tipos más peligrosos". Exactamente, pensó Ray, y no se refería al famoso Emisario de Garrick. ¿Qué iban a hacer sus enemigos cuando descubrieran que tenían a un virogenético en potencia y que encima les estaba dando problemas para controlar?