Aliados inesperados (2º Temporada)

Off: Venimos de "Heroes", en Toledo.

Aparecemos al lado de un monumento. Scott vuelve a sacar el celular y hace una llamada a sus primos. Yo me siento en un banco, y comienzo a pensar en lo hambriento que estoy. Hoy me desperte, fui a un bar, comi, al mediodia murio Kheizo, a las dos de la tarde llegue a Moscu, a las siete apareci en Toledo, ahora son las nueve, y estoy en Ginebra. Pensar que ya murieron dos de la Orden, y proximamente el tercero. Scott se da vuelta y me dice:
-<Estan en un albergue. Me dieron la direccion, no es muy lejos de aqui. Vamos.>
Comenzamos a caminar, viendo las tiendas y las personas. El aire se siente puro, muy puro...
-<Ya llegamos.>
Entramos a un albergue tipico, de paredes de piedra y puertas de madera. Nos encontramos con dos chicos, exactamente iguales.

-<¡Hola, primo!> -me saludan al mismo tiempo.
-<Hola, Juan. Hola, Juan.> -digo, estrechando sus manos mientras decía los nombres.
Lo miran a Martin y pregunta Juan Ignacio.
-<¿Tú quién eres?>
-<Martin MaConn.>
Se estrechan las manos.
-<Yo soy Juan Pablo, y mi hermano es Juan Ignacio.>
Se estrechan las manos. Me siento en la cama, un poco cansado.
-<Diego me dijo que les estaba ocurriendo algo.>
-<Si, verás, es algo raro. Es como si fuésemos...>
-<... Personajes de comics.> -termina el otro.
-<¿Qué habilidad tienen?> -salta Martin, que se sienta en una silla.
-<¿Una habil...? Ah, sí... así es como le dicen, ¿no?>
Nos quedamos en silencio.
-<Bueno...> -comienza a decir Juan Pablo.
-<Creo que yo puedo hacer esto...> -al terminar de decirlo, desaparece.
Nos quedamos todos muy sorprendidos... bueno, más bien, sólo Martin y yo.
-<¿Te teletransportas?>
-<No.>
Miro para todos lados, buscando con la mirada a mi primo. No lo encuentro...
-<Me hago invisible.>
Aparece en el mismo lugar del que desapareció. Le dedico una inquisitiva mirada, y luego me giro hacia Juan Pablo.
-<¿Y tú?>
-<Yo... manejo las nubes.>
Se acerca a la ventana y la abre. Estira ambod brazos, como si quisiera tocar las estrellas. El cielo está despejado, con una gran luna llena. Sin previo aviso, una tormenta se acerca del sur. Va a gran velocidad, pero se detiene al llegar a dónde estamos nosotros. La lluvia cae.
-<Se podría decir que es Tormenta.> -dice, conteniendo la risa.
-<Pero miren quién habló: la Mujer Invisible de los 4 Fantásticos.> -se burla el otro.
Esto es interesante. Nos podrían servir para ir a detener a... bueno, a la persona que vayamos a detener.

Pagamos una habitacion, y nos pusimos a comer. Los primos de Scott eran españoles, de ahi el extraño acento. Parecian tipos divertidos. Eran trotamundos, y habian recorrido casi todo Europa. Finalizada la cena, le dije a Scott:
-<Mañana partiremos a Moscu.>
-<¿Crees que seria util llevarlos?>
Me quedo pensando. Al rato respondo:
-<No se si seria bueno cargar con unos principiantes.>
-<Yo soy casi principiante, ¿no?>
Esa no era la respuesta que esperaba. A mi cabeza aparecio la imagen del cadaver de Kheizo...
-<Bueno, pueden venir con nosotros.>

Es de mañana. El sol asoma por entre las cumbres nevadas, reflejándose en el gran lago. Me levanto de la cama y me visto; camino hacia el ropero y abro la puerta: allí colgado hay un espejo. Me miro en él: mi aspecto cambió bastante desde que conducía un taxi en New York; me veo un poco más demacrado, más melancólico. Suelto un suspiro y bajo al vestíbulo; allí están mis primos, con dos valijas cada uno y jugando una partida rápida de poker. Me miran cuando entro y me saludan con la cabeza. Observo la cocina desde mi posición, pero MaConn no está allí. Me giro y veo la sala, pero ésta está vacía. ¿Dónde est...? Silenciosamente, Martin aparece en medio del vestíbulo. Juan Ignacio se levanta rápidamente del suelo, pero tropieza con una de las valijas; Juan Pablo tira su mano de cartas y, al intentar levantarse igual que su hermano, se golpea la cabeza con un cuadro que hay colgado en la pared.
-<¿Pero qué demonios...?> -pregunta Juan Pablo, frotándose la dolorida coronilla.
-<¿Qué pasó?> -inquiere el otro, desde el suelo.
-<Se teletransportó, obviamente> -les respondo, poniendo los ojos en blanco.
-<¿Para qué las valijas?> -pregunta a su vez Martin.
-<Es lógico, ¿no?> -dice Juan Ignacio, levantándose del suelo.
-<Nos vamos de viaje a Rusia. No piensan que cuando llegue voy a seguir usando la misma ropa, ¿verdad?>
-<Nada de eso. Vamos a teletransportarnos directamente allí. No creo que estemos más de un día, ¿cierto?> -le pregunto a Martin.
-<Probablemente.>
-<Ah, decime una cosa. ¿Dónde andabas?>
-<Estuve pensando de qué manera nos van a ser útiles tus primos.> -Hace una pausa-. <Ustedes tres se van a enfrentar a los matones de Hoofek, mientras que yo voy a pelear directamente contra él.>
-<OK. Vámonos.>

Off: Los teletransporto a Moscu. Seguimos en: Hielo, carne y sangre.